La transparencia tiene un color… pareciera una contradicción, pero tiene el color de esta mujer. Mujer por demás bonita y de agudo pensamiento. Aquella que con dulzura, bondad y sabiduría sabe impregnar los corazones de quienes comparten parte de su vida con ella. Hay personas que escogen la educación. A otras ella, con sabiduría, pareciera escogerlas. Alejandra es una de esas que -seleccionada por la Divina providencia- nos ha enseñado y merece el título de maestra y no solo de rectora. ¡Qué se venga otra década de aventuras, que hayan nuevos días en que se alce el arcoíris, que los desafíos que se enfrenten bajo tu liderazgo nos dejen ver la misericordia y bondad del Señor para con el NGC, como ha sido hasta hoy, amada Alejita.